avion de gerra
A pocos años de haber terminado la Segunda Guerra Mundial ocurría un fenómeno curioso en el diseño de aviones. La reciente aparición de las turbinas a gas, los motores cohete y cantidad de avances antes inpensables abrieron el camino para experimentar con todo lo que cupiese en la imaginación. Era la euforia de los años 50, una época donde cualquier cosa parecía posible. Mucha de la información que manejaban para ese momento los diseñadores aeronáuticos en los Estados Unidos, Inglaterra, Francia y la Unión Soviética era producto del botín de guerra capturado a los alemanes, incluyendo a sus científicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario